El escenario fiscal que podría enfrentar México a partir del 2022 estará concentrado en la creación de nuevos impuestos como el de las grandes fortunas, el endurecimiento de los gravámenes existentes y la mayor fiscalización de parte de las autoridades hacendarias, que le permitan más facultades al SAT, coincidieron expertos de Thompson Knight.
- Advirtieron que una reforma fiscal “mal llevada, puede incentivar a la evasión y mercado negro”, justo cuando la tendencia en el mundo avanza hacia una simplificación y menores impuestos. Tan sólo “estamos fuera de competitividad” respecto a nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, que cuenta con una tributación del 22% contra el 40% en México.
- En el webinar Post elecciones: ¿Qué sigue? Consejos para blindar con éxito la operación de las empresas en México, realizado por la consultoría, Mario Barrera Vazquez, socio de Thompson Knight anticipó que la reforma fiscal que podría promover el nuevo titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. será el impuesto a las herencias, “es algo que puede regresar y no hay que perder de vista las necesidades de recaudación muy grande”.
“La tendencia que tenemos es endurecer y darle más facultades al SAT para recaudar, esto ha funcionado hasta cierta medida, pero la verdad es que el tema es que por el Covid esto va impactar mucho en la recaudación porque muchas empresas se quedaron en pérdidas… Veremos hasta dónde esta medida estará generando facultades al SAT para seguir explotando un poco a los contribuyentes cumplido”, afirmó Catalina Mandujano, socia de la consultora.
- Para Mario Barrera, la reforma fiscal que necesita México es una ampliación de contribuyentes y baja de impuestos, “a eso deberíamos transitar, pero la administración actual necesita sufragar recursos porque tiene un gasto enorme”, sobre todo con los proyectos como es el Tren Maya y el aeropuerto.
Nuestro país es un destino de inversión y debemos crear un ambiente fiscal atractivo y no a una mayor imposición.
“El enfoque de cualquier política fiscal no debería tener un enfoque intimidatorio, sino debería ser más bien, temas de simplificación administrativa, de hacerle la vida fácil a los contribuyentes para pagar impuestos”, apostó.
AMLO hará una reforma fiscal diluida para evitar descontento
En un esfuerzo por proteger la incipiente recuperación económica del país y evitar una experiencia de violentas protestas como las registradas en Colombia, el gobierno de México suavizaría una esperada reforma fiscal, justo cuando el reciente revés electoral le habría confirmado la necesidad de cautela.
- La Secretaría de Hacienda de México ha hecho durante varios meses una reorganización de la estructura tributaria, en un país que tiene la recaudación fiscal más baja en el grupo de naciones industriales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
- El presidente Andrés Manuel López Obrador, un conservador en materia fiscal, prometió desde su campaña que no habría nuevos impuestos ni aumentos durante los primeros tres años de su sexenio, y ese plazo vence en diciembre.
- El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó el año pasado a López Obrador a implementar una reforma fiscal, una vez que el país se recuperara de la pandemia de Covid-19, que le ayudaría a impulsar la economía y a respaldar al gasto en el mediano plazo.
Algunos miembros del partido oficialista, Morena, incluso habían propuesto impuestos a la riqueza y herencias. Pero ahora las circunstancias han cambiado.
“Vamos saliendo de la peor crisis de los últimos 90 años, no nada más económica, sino sanitaria”, dijo a Reuters el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, en una entrevista el martes. Añadió que era un “muy mal momento para pensar en cargarles la mano a los contribuyentes y a la economía, sobre todo en la fase de recuperación”, con más impuestos.
- La economía de México se contrajo 8.5% en 2020 debido a la pandemia, su mayor desplome desde la Gran Depresión de la década de 1930, y se perdieron cientos de miles de empleos; sin embargo, el mercado laboral y la actividad están recuperando terreno impulsados por la demanda estadounidense.
López Obrador prestará atención a la “advertencia” en Colombia, aseguró el economista en jefe para México del banco UBS, Rafael de la Fuente, luego de que una reforma tributaria planificada allí provocó semanas de protestas mortales y derivó en la renuncia del ministro de Finanzas de la nación sudamericana.
Yorio pareció estar de acuerdo.
“Esa es la lección aprendida (de Colombia). Saliendo de una pandemia es muy difícil impulsar este tipo de acciones que golpean todavía a la economía y a las personas”, reflexionó.
- Afirmó que el gobierno no planea implementar aumentos a las tasas de los impuestos en una próxima reforma fiscal y, en cambio, se enfocará en cerrar las lagunas de las leyes, mejorar la eficiencia tributaria y expandir la base de contribuyentes.
Yorio agregó que el objetivo era aumentar la recaudación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) al 15%, desde un nivel actual de poco más del 14%.
Retroceso electoral
La pérdida de poder político tras los resultados de las elecciones intermedias del domingo, en las que Morena y sus aliados perdieron su mayoría de dos terceras partes en la Cámara de Diputados, también podría llevar al presidente a negociar más con otras fuerzas.
“(El resultado de la elección) va a obligar a Morena a negociar más”, afirmó Adrián de la Garza, economista en jefe y director de estudios económicos de Citibanamex. “Una reforma fiscal siempre es políticamente costosa, eso implica que muy posiblemente veremos una reforma menos ambiciosa”, agregó.
- Algunas de las ideas más radicales para aumentar la recaudación fueron un impuesto a la herencia o al patrimonio, pero éstas podrían desaparecer porque su principal promotor, el legislador de Morena Alfonso Ramírez Cuéllar, perdió en las urnas en su intento de reelección, dijo De la Garza.
Y a pesar de que Morena y sus aliados tienen la mayoría necesaria para aprobar reformas fiscales, que sólo requieren el 50% más un voto en ambas Cámaras del Congreso, la inclinación de López Obrador por la austeridad, que fue clara incluso cuando en la pandemia era necesario aumentar el gasto, es otro factor que podría alejarlo de impulsar una reforma de gran alcance.
- El presidente nominó ayer miércoles al actual secretario de Hacienda, Arturo Herrera, como relevo a gobernador del Banco de México y designó a un asesor de larga data para dirigir la Secretaría. No se espera que los cambios modifiquen el enfoque del mandatario de hallar fondos por la vía de recortes al gasto en lugar de aumentar la deuda o crear nuevos impuestos.
“No se están considerando aumentos de impuestos” y no son necesarios en este momento en México, detalló Yorio./Agencias-PUNTOporPUNTO