Los investigadores Gerardo Mario Ortigoza Capetillo y Alberto Pedro Lorandi Medina, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana, presentaron escenarios hipotéticos de cómo podría afectar la movilidad de las elecciones los contagios de Covid-19 en México.
- Aunque todos los escenarios propuestos dan lugar al surgimiento de una tercera ola, los especialistas aseguran que esta puede controlarse (hacer que disminuya) si se identifican oportunamente los casos y se toman medidas restrictivas.
“Lo que hicimos nosotros fue tomar los datos de crecimiento que ya tenía la enfermedad, pusimos un promedio quitando los valores más altos y los más bajos, y luego un intervalo de confiabilidad (un par o varios pares de números entre los cuales se estima que estará cierto valor desconocido con un determinado nivel de confianza), en todos los casos, los datos arrojaron un repunte”. La intensidad de la onda puede ser pequeña, mediana o catastrófica ¿de qué va a depender?, del día de la elección y qué tanta gente se contagie, dijo el doctor Ortigoza Capetillo a El Economista.
- Explica que probablemente el Instituto Nacional Electoral (INE) ha hecho su parte y están creando un ambiente seguro en las casillas, para eso se emitió un reglamento y medidas sanitarias que fue aprobado por la Secretaría de Salud, pero la realidad alrededor de este evento es otra, “lo mismo pasa con el regreso a clases, habrá cercos sanitarios y medidas, digamos que se entra a un ambiente saludable, pero lo que sucede antes de eso, conlleva muchos riesgos, el transporte público, la interacción con grupos de personas; en el caso de las casillas, podemos suponer que estarán limpias, pero el acarreo de la gente, la transportación hacia las casillas, las reuniones previas, no podemos ignorar lo que sucede alrededor, si la gente está junta hay riesgo de contagio”.
Dijo que, además, faltó señalar fuertemente que los candidatos y las campañas son grandes dispensadores de la enfermedad porque sus propias actividades requieren de hablar con cercanía y que se reúnan con muchas personas, esto es parte del día a día y en ello hay un grave peligro. “Los candidatos son personas que tuvieron relación con mucha gente en cada rincón del país, hasta el último municipio tuvo movimientos de este tipo”.
- Aun así es enfático en que todavía hay algo que podemos hacer para el día de las elecciones y posterior a ellas, “evitar las aglomeraciones está en manos de las autoridades, pero también de la ciudadanía, este es un llamado para no estar viendo un repunte próximamente”.
Una falsa sensación de estar terminando la pandemia
El también matemático aplicado egresado de la Universidad de Minnesota, explica que en algunos estados como Veracruz tienen tres semanas con crecimiento lineal, pero para espacios muy puntuales como el puerto, el crecimiento es exponencial; otro ejemplo es Quintana Roo, donde sus zonas turísticas también han presentado un repunte de casos que ha llevado a regresar al semáforo naranja y suspender clases, “en este sentido la relación es estrecha al haber dejado entrar gente del extranjero, aunado al esparcimiento de nuevas cepas y la relajación de medidas”.
También es innegable que tuvimos y tenemos candidatos infectados de Covid-19, algunos incluso murieron, pero eso no se reportó constantemente por las autoridades; un ejemplo es el estado de Morelos, donde al menos diez candidatos fueron sustituidos en este proceso debido al Covid-19, así lo dio a conocer Mirella Gali, del Instituto Morelense en el mes de mayo. Lo mismo se documentan casos en Colima, Chihuahua, Baja California, Hidalgo, y en general en toda la República mexicana.
“La falsa sensación de seguridad que trajo la vacuna ha jugado también un papel importante, pero valdría la pena recordar que la inoculación protege en el tema de la letalidad y que la enfermedad no sea tan grave, que el cuerpo reaccione de la mejor manera posible, pero no nos libera de infectarnos”.
Agregó que es preocupante que ya tenemos eventos de futbol, beisbol, y los cierres de campaña fueron masivos, la gente se confío. Aunque el semáforo epidemiológico indica de manera general un avance positivo, Ortigoza recordó que podemos estar en un punto de inflexión donde los datos no revelan aún lo que viene, también hizo hincapié en que el semáforo se rige por ciertos indicadores, uno de los más importantes es si hay camas disponibles, es decir la ocupación hospitalaria, esto de ninguna manera es un factor absoluto que nos diga si hay o no casos de Covid-19 y que el peligro ha disminuido. “Esto lo que indica es que hay lugar para ti en un hospital, suena duro pero la gente se confía y probablemente haya muchos más casos de los contabilizados atendiéndose en casa o desde espacios particulares”.
El próximo domingo será un día clave, con una movilización importante, por lo que a la gente habría que decirle “supongamos que estamos empezando desde cero, porque además hay nuevas cepas y mucha movilidad, mucho contacto, tenemos que cuidarnos. En su caso las autoridades con esta filosofía tendrán que enfocar sus esfuerzos como al inicio de la pandemia, cuando se rastreaban casos y se daba un seguimiento estricto y riguroso de trazabilidad. Más vale sobreactuar que dejar que el escenario empeore”, concluyó./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO