México puede dejar de exportar petróleo para mandar toda su producción a las refinerías de Deer Park, en Texas, y de Dos Bocas, Tabasco, y así poder generar más gasolina, sin embargo, ello implica renunciar a ingresos por 400 mil millones de pesos al año por la venta del aceite.
“Ya no vamos a vender petróleo crudo, el cambio es procesar toda nuestra materia prima y producir la gasolina, para dejarla de comprar en el extranjero”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 24 de mayo.
- Actualmente 66% de la producción nacional de crudo es para la exportación y el restante, 34% se destina a las refinerías mexicanas.
- Con esta nueva directriz todo el petróleo mexicano se iría al sistema nacional de refinación con lo que ya no habría petróleo para vender al extranjero.
- Arturo Carranza, experto en materia energética, cuestionó la viabilidad de esta estrategia, pues en un entorno de debilidad económica, renunciar a esos ingresos puede implicar un impacto considerable para la Hacienda Pública.
“Dudo que sea la mejor decisión ahora, pues son una fuente importante de ingresos para el Estado y actualmente se requiere la entrada de mayores recursos para reactivar la economía”, mencionó.
Los 400 mil mdp que se dejaría de obtener por la venta del crudo al exterior equivale al presupuesto de seis entidades federativas del país (Morelos, Jalisco, Chiapas, Tabasco, Colima y Guerrero) o para repartir hasta 148 millones de pensiones para el Bienestar por dos mil 700 pesos bimestrales.
Tras el anunció de compra por parte del gobierno mexicano, Moody’s castigó la calificación de la refinería de Deer Park que tiene adeudos por 980 millones de dólares -380 millones más de lo que costará- y Hacienda redujo los subsidios a los combustibles para subir gasolinas y diésel a precios nunca vistos en la llamada cuarta transformación.
Expansión «ventajosa» para Pemex, la compra de Deer Park
La adquisición del total de la refinería de Deer Park por Petróleos Mexicanos (Pemex) fue considerada por el grupo financiero que asesoró a la firma estatal para evaluar la operación como una oportunidad de incrementar significativamente la capacidad de refinación de la petrolera mexicana, en el contexto de los objetivos estratégicos para alcanzar la independencia en la oferta de combustibles.
- Barclays, la firma consultora líder de fusiones y adquisiciones en el sector energético a escala global, que acompañó a Pemex en esta transacción que involucra una inversión de 596 millones de dólares, señaló que es una alternativa de expansión de capacidad “ventajosa” en un entorno propicio en el sector de refinación.
En su descripción general de la transacción, Barclays, advierte que hay condiciones inciertas para el sector global de la refinación a largo plazo que son compensadas por beneficios estratégicos para Pemex con la propiedad total.
La consultora opinó que es una “oportunidad de incrementar significativamente la capacidad de refinación de Pemex, en el marco de los actuales objetivos estratégicos de Pemex en la corriente descendente hacia una mayor independencia en la oferta de productos refinados”.
- Barclays, que fungió como asesor técnico y financiero, señaló que existe un historial de procesamiento eficiente de crudo Maya, brindando cobertura natural al portafolio de Pemex.
- Además, es una oportunidad significativa alcista para los beneficios de costos a largo plazo de la integración al sistema más amplio de Pemex.
Sin embargo, advierte sobre la incertidumbre macro en torno a las perspectivas de la demanda de productos refinados a largo plazo, lo que puede resultar en márgenes reducidos.
En torno al acuerdo de servicios de transición (TSA) con Shell para Deer Park (incluidos los administrativos, técnicos, de cadena de suministro, comerciales), dijo, agregan complejidad a la operación.
- En el mismo escenario, la planta química puede significar mayor complejidad en la estructura de la transacción por lo que estimó: “Es probable que sea necesario renegociar el contrato existente entre la refinería y la instalación química”.
El documento sobre la operación revela que la deuda total es de mil 192 millones de dólares, que incluye 980 millones de deuda de terceros, así como 212 millones de dólares de préstamos de socios. La transacción implica asumir 50.005 por ciento de la deuda de terceros de Shell y fijar 50.005 por ciento de los préstamos de los socios./Agencias-PUNTOporPUNTO