La reapertura de sectores de la economía, el aumento en el precio de granos y oleaginosas en los mercados internacionales –por efectos climáticos como la sequía–, han originado que en semanas recientes el costo de productos, sobre todo los agrícolas que forman parte de la canasta básica, haya observado incrementos, de acuerdo con Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
- El jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la inflación anual en la primera quincena de abril fue de 6.06 por ciento, causada principalmente por el alza en los precios de energéticos, productos pecuarios y mercancías. El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que se trata de un asunto transitorio.
- De acuerdo con el GCMA, hasta el 16 de abril productos como carne de pollo, carne de res, arroz, frijol, pan (bolillo), limón sin semilla y papa, entre otros, se han encarecido en comparación con los registros de marzo.
Algunos de estos productos –que conforman una canasta básica de 40 para Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex)– han observado un alza provocada por una mayor demanda ante la reapertura de negocios como restaurantes, taquerías y hoteles, entre otros; el incremento en el precio de granos y oleaginosas que impactan a productos agroindustriales por crecientes consumos en China, tras efectos climáticos como La Niña y la menor existencia por la temporalidad, según GCMA.
Problema global
Seguiremos con el efecto de precios altos de granos y oleaginosas que impactarán en las cadenas productivas y tendrán efectos al consumidor. El tema de la sequía será un grave problema para el sector agropecuario del país, de Estados Unidos, América Latina y el mundo, señaló.
- En los productos de origen animal, el precio de la carne de pollo subió 12.8 por ciento del cierre de marzo al 16 de abril; en el mismo periodo la carne de res aumentó 7.3 por ciento y la leche pasteurizada 7.2 por ciento, de acuerdo con el grupo de consultores, que refieren precios reportados por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
- Datos del Inegi señalan que hasta marzo pasado en la Ciudad de México la carne de pollo, específicamente pechuga, se vendía, en promedio, a 108.75 pesos el kilogramo. En otros comercios el kilo de pollo entero costaba 42.18 pesos.
- En marzo de 2020 la pechuga de pollo se vendía en la capital hasta en 83.75 pesos, es decir, 29.85 por ciento más barato. El entero a granel se ofreció en promedio en 36.4 pesos, es decir, 15.87 por ciento menos respecto al precio del tercer mes de 2021.
En octubre el precio de la pechuga de pollo era 17.5 por ciento más bajo y el pollo entero 0.42 por ciento más caro respecto al costo de marzo anterior.
En el tercer mes del año el precio promedio del kilo de carne de res (bistec a granel) en la Ciudad de México y zonas conurbadas era 170 pesos, es decir, 13.33 por ciento más que un año atrás, cuando se encontraba en 150 pesos. En comparación con octubre ese producto no se encareció, es decir, se mantuvo en 150 pesos.
En arroz, el mayor aumento
GCMA señaló que para el sector de granos, el arroz fue el que registró un mayor incremento, 28.8 por ciento en abril respecto de marzo, seguido del frijol, con un incremento de 22.7 por ciento y el bolillo, 16 por ciento.
- Según datos del Inegi, en el área metropolitana de la capital mexicana el precio promedio más alto para el kilogramo de arroz fue de 36.56, precio que se tradujo en un encarecimiento de 26.54 por ciento respecto de marzo de 2020, aunque en octubre fue 1.02 por ciento más caro que en el tercer mes de 2020.
- El precio promedio de ese mismo producto en marzo pasado fue de 18 pesos, en comparación con un año atrás fue 12.5 por ciento más barato, mientras en octubre se vendió a 16 pesos, por lo que no observó cambios respecto del tercer mes del año pasado.
- El precio promedio de la pieza de bolillo en la capital del país fue de 1.5 pesos en marzo, costo que prácticamente no ha tenido mayor variación en comparación con el mismo mes de 2020 y octubre.
De acuerdo con GCMA, el limón sin semilla tuvo un alza de 53.8 por ciento en su precio hasta el 16 de abril, seguido del mango con un incremento de 26.7 por ciento, la naranja 21.7 por ciento y la manzana golden 17.6 por ciento.
Para el reporte de inflación de marzo, el Inegi reportó que el precio del limón agrio fue de 38.75 pesos, que se tradujo en un encarecimiento de 34.78 por ciento respecto del tercer mes de 2020. En octubre se encontraba en 33.75 pesos, es decir, 14.81 por ciento más barato en comparación con marzo de 2021.
Se reduce 21% la producción agrícola en América, África y Asia
La productividad agrícola cuenta con importantes avances tecnológicos hoy día, sin embargo, debido al impacto del cambio climático dicha industria tiene un retraso de siete años de producción. Según un nuevo estudio, el retraso en la productividad industria es equivalente a «poner pausa en el crecimiento de la productividad en el año 2013 y no experimentar mejoras desde entonces». La inclusión del clima en un modelo econométrico de la industria agrícola permitió a los investigadores hallar dicho retraso y los efectos del calentamiento global en regiones como América, África y Asia.
- Publicado en la revista Nature Climate Change, un estudio liderado por Ariel Ortiz-Bobea, profesor de la Escuela de Economía Aplicada y Gestión Charles H. Dyson, afirma la producción agrícola es 21 por ciento menor a como debería ser sin el cambio climático. Asimismo, indicó, a pesar de la automatización de la agricultura, la sensibilidad hacia el clima no desaparece. Sin gases de efecto invernadero, el clima global tendría un grado Celsius menos en comparación a la temperatura actual. Pero actualmente, los efectos del «cambio climático antropógeno ya nos está retrasando», afirmó Ortiz-Bobea respecto al impacto de los seres humanos en el clima global.
El grupo de investigadores y economistas desarrolló un modelo econométrico que abarca todo el mundo y vincula los cambios año con año de las medidas climáticas junto a la producción agrícola. Ello, con el fin de cuantificar el efecto del cambio climático causado por el hombre dentro de un modelo llamado «productividad total de factores». Por su parte, David Lobell, profesor de ciencias del sistema de la tierra en la Universidad de Stanford y coautor del estudio, señaló, los resultados «muestran claramente que los esfuerzos de producción deben examinar toda la cadena de suministro, incluida la mano de obra y el ganado».
- Ortiz-Bobea consideró más de 200 variaciones sistemáticas del modelo econométrico sobre la producción agrícola en el mundo. Asimismo, encontró los impactos históricos del cambio climático fueron mayores en áreas más cálidas, incluidas partes de América Latina, África y Asia. De esta manera Lobell señaló, al observar los trabajadores, animales y cultivos especiales, se puede ver «que toda la economía agrícola es bastante sensible al clima». «Parece que, en la agricultura, prácticamente todo se vuelve más difícil cuando hace más calor», agregó.
Los científicos concluyeron, las personas ven el cambio climático como un problema distante, sin embargo, es un problema que actualmente está causando daños. El retraso en la producción agrícola es parte de ello, y sólo puede hallar una optimización al mejorar las condiciones climáticas en el mundo./Agencias-PUNTOporPUNTO