El 2020 fue uno de los tres años más calurosos de los que se tiene constancia, marcado por los incendios forestales, las sequías, las inundaciones y el deshielo de los glaciares, según un informe de las Naciones Unidas publicado el lunes, lo que llevó al Secretario General de la ONU a decir que el mundo está “al borde del abismo”.
En un “doble golpe” para millones de personas afectadas por los fenómenos climáticos extremos, las restricciones de cierre relacionadas con la pandemia mundial de coronavirus también retrasaron la ayuda en algunas regiones, según el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
- El informe “El estado del clima mundial” confirma sus conclusiones preliminares, incluidas las relativas a las temperaturas de la tierra y los océanos, y llega antes de una cumbre liderada por Estados Unidos que se celebrará el 22 y 23 de abril y en la que Washington tratará de restablecer su credibilidad en materia de cambio climático con nuevas promesas.
“Estamos al borde del abismo. Estamos viendo niveles récord en las tormentas tropicales, en derretimiento de las capas de hielo o de los glaciares, en relación con la sequía, las olas de calor y los incendios forestales”, dijo a Reuters el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
- El informe del cambio climático mostró que la temperatura media mundial en 2020 fue de unos 1,2 grados centígrados por encima del período preindustrial, lo que lo sitúa entre los tres años más calurosos junto a 2016 y 2019, a pesar de las condiciones de enfriamiento de La Niña.
- Una portavoz de la OMM dijo que el margen estadístico era muy estrecho como para establecer un orden entre los tres años más calurosos.
- Entre los indicadores que evidencian los impactos del cambio climático se destacaron se encuentran las extensiones de hielo marino en el Ártico, que fueron mínimas en dos meses de 2020. Alrededor del 80% del océano experimentó al menos una ola de calor marina el año pasado.
En Estados Unidos, hubo los mayores incendios de la historia y el mayor número de huracanes que tocaron tierra. Sólo el huracán Laura, que azotó Luisiana el 27 de agosto, causó 19.000 millones de dólares en pérdidas económicas.
El Valle de la Muerte, en California, también registró en agosto la temperatura más alta conocida en el mundo desde hace al menos 80 años: 54,4 grados centígrados (129,92°F), según el informe.
Las medidas diseñadas para frenar la propagación del Covid-19 retrasaron la ayuda tras el ciclón Harold, una de las tormentas más fuertes jamás vistas en el Pacífico Sur, y tras el ciclón Vongfong en Filipinas, donde las normas de distanciamiento social impidieron la evacuación de los residentes en gran número.
El tiempo se acaba para evitar que el cambio climático
Ha llegado el momento, en este año crucial para la humanidad, de emprender una acción climática enérgica.
- La conclusión de la ciencia, aceptada mundialmente, es irrefutable: para evitar que la crisis climática se convierta en una catástrofe permanente, debemos limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Para ello, debemos lograr que a mediados de siglo las emisiones netas de gases de efecto invernadero sean de valor cero.
- Un grupo de países que representan aproximadamente dos tercios de la economía mundial ya se han comprometido a hacerlo. Es un indicio alentador, pero necesitamos urgentemente que todos los países, ciudades, empresas e instituciones financieras se unan a esa coalición y adopten planes concretos para la transición a emisiones netas cero.
Aún más urgente es que los Gobiernos respalden esa ambición a largo plazo con la adopción de medidas concretas ahora, en un momento en que se están movilizando billones de dólares para superar la pandemia de COVID-19. La revitalización de las economías es nuestra oportunidad de reconfigurar nuestro futuro.
Si no actuamos, destruiremos el planeta
El mundo ya cuenta con un sólido marco para la acción: el Acuerdo de París, en el que todos los países se comprometieron a establecer sus propios planes nacionales de acción climática y a reforzarlos cada cinco años. Han transcurrido más de cinco años desde entonces y nos enfrentamos a la prueba contundente de que si no actuamos destruiremos nuestro planeta; por lo tanto, ha llegado el momento de actuar de forma decisiva y eficaz aprovechando la invitación cursada por las Naciones Unidas a todos los países para que participen en la COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre.
Los nuevos planes nacionales deben reducir la contaminación global por gases de efecto invernadero en al menos un 45 % para 2030 con respecto a los niveles de 2010. Ya se han presentado muchos planes en los que se establecen políticas claras para adaptarse a los efectos del cambio climático y promover el acceso a las energías renovables.
Sin embargo, hasta la fecha, esos planes solo han conseguido reducir las emisiones en menos de un 1 %, una situación que debe considerarse como una auténtica alerta roja para las personas y el planeta.
En los próximos meses, empezando por la Cumbre de Líderes organizada por los Estados Unidos que se celebrará en breve, los Gobiernos deben ampliar drásticamente sus aspiraciones, especialmente los países con más emisiones, que son los responsables en mayor medida de la crisis.
Eliminación del carbón
La eliminación gradual del carbón del sector eléctrico es el paso más importante para alcanzar el objetivo de 1,5 grados. La adopción inmediata de medidas para eliminar el combustible fósil más sucio y contaminante de los sectores energéticos ofrece a nuestro mundo una oportunidad.
- El consumo mundial de carbón para generar electricidad debe reducirse para 2030 en un 80 % por debajo de los niveles de 2010. Eso significa que las economías desarrolladas deben comprometerse a eliminar el carbón para 2030 y que los demás países deben hacerlo para 2040. No hay razón alguna para construir nuevas centrales alimentadas con carbón en ningún lugar del mundo. El funcionamiento de un tercio de las instalaciones mundiales que operan con carbón ya es más costoso que la construcción de nuevas plantas de generación y almacenamiento de energías renovables. La COP26 debe marcar el fin del uso del carbón.
A medida que el mundo avanza hacia la protección del aire puro y la promoción de la energía renovable, es esencial que se garantice una transición justa. Hay que apoyar a los trabajadores de las industrias afectadas y del sector informal para que cambien de empleo o adquieran nuevas competencias. También debemos liberar el enorme potencial de las mujeres y las niñas para impulsar la transformación, incluso como participantes en igualdad de condiciones en la gobernanza y la adopción de decisiones.
Los países que menos han contribuido al cambio climático son los que sufren muchos de los peores efectos. Muchas pequeñas naciones insulares simplemente dejarán de existir si no intensificamos la respuesta. Los países desarrollados deben cumplir sus compromisos de aportar y movilizar 100.000 millones de dólares anuales para:
- Duplicar los niveles actuales de financiación para el clima;
- Dedicar la mitad de la financiación para el clima a la adaptación;
- Poner fin a la financiación internacional del carbón; y
- Desviar las subvenciones de los combustibles fósiles a las energías renovables.
La Cumbre del G7 que se celebrará en junio es una oportunidad para que los países más ricos del mundo den un paso adelante y asuman los compromisos financieros necesarios que garanticen el éxito de la COP26.
Los Gobiernos deben asumir el liderazgo, pero los responsables de la adopción de decisiones en todos los ámbitos también desempeñan un papel vital.
Pido a todos los bancos de desarrollo multilaterales y nacionales que, antes de la COP26, adopten políticas claras para financiar la recuperación de la COVID y la transición a economías resilientes en los países en desarrollo, teniendo en cuenta los niveles de deuda agobiantes y las enormes presiones a que están sometidos los presupuestos nacionales.
Se necesitan políticas ambiciosas
Muchos gobiernos locales y empresas privadas se han comprometido a lograr emisiones netas de valor cero para 2050 y han emprendido importantes revisiones de sus modelos de negocio. Insto a todos a establecer objetivos y políticas ambiciosos.
- Animo a los jóvenes de todo el mundo a que sigan alzando la voz para responder al cambio climático, proteger la biodiversidad, detener la guerra de la humanidad contra la naturaleza y acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- El tiempo se agota y hay mucho trabajo por delante; no es momento de levantar la bandera blanca y darse por vencidos. Las Naciones Unidas seguirán enarbolando su bandera azul, símbolo de solidaridad y esperanza.
En este Día de la Tierra y en los meses cruciales que se avecinan, insto a todas las naciones y a todos los pueblos a que asuman juntos los desafíos de este momento.
TIPS para contrarrestar el cambio climático
Este 22 de abril, en el marco del Día de la Tierra es importante recordar que debemos actuar de alguna manera para contrarrestar el cambio climático y todos los problemas que esto ha traído.
Por esta razón, aquí te compartimos algunos consejos de lo que puedes hacer desde tu casa, oficina o escuela y así ayudar a la Tierra a mantenerse limpia, sana y en mejores condiciones.
- Apagar las luces y desconectar los aparatos eléctricos
En casa, oficina o escuelas, es necesario mantener apagadas las luces y aparatos que no sean ocupados, de esta manera se ahorrará energía, lo que ayudará mucho al planeta Tierra.
De igual forma, es importante desconectar todos los aparatos que no estés utilizando, pues aún cuando están apagados estos utilizan energía, así que es mejor desenchufarlos.
- Reducir el uso de plásticos de un solo uso y residuos no reciclables
El uso de plásticos de un solo uso, como las bolsas, popotes, vasos, platos o cubiertos desechables, solamente contaminan el medio ambiente y demoran miles de años en desintegrarse, así que lo más recomendable es comprar todos estos productos en sus versiones reutilizables.
Asimismo, se recomienda evitar el consumo de productos no reciclables de forma excesiva, pues la ropa, los zapatos y los accesorios también tardan tiempo en degradarse, así que una opción sería comprarlos de segunda mano.
- Reducir el consumo de carne
La producción y distribución de carne tiene un impacto perjudicial en las emisiones de gases de efecto invernadero, así que lo más recomendable sería bajar el consumo de carnes e iniciar dietas con más frutas, vegetales y semillas.
- Comprar productos de temporada
Los productos de temporada son respetuosos con el medio ambiente al crecer en su temporada habitual, así que es recomendable consumir alimentos de temporada para contaminar menos.
- Reciclar
Una de las mejores maneras de ayudar a la Tierra es reciclando, reutilizando cualquier material, dándole un segundo uso, es una de las mejores opciones que hay.
- Evitar el uso de autos y motos
El uso de autos y motos contribuye al calentamiento global, así que en medida de lo posible, elige el transporte, camina o usa tu bicicleta, el planeta te lo agradecerá./Agencias-PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro:
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