Las cicatrices de 15 años de violencia en México se resumen en un número: diecinueve, el total de cárteles de la droga que operan en el país.
- De acuerdo con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, de éstos al menos ocho han aumentado significativamente su operación a nivel local: Los Viagras, en Michoacán; Guerreros Unidos y Los Rojos, en Guerrero; Cártel de Santa Rosa de Lima, en Guanajuato; la Unión Tepito y el Cártel de Tláhuac en la capital mexicana, y naturalmente, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Sinaloa.
- El caso más notable es el del cártel de Los Viagras. En Michoacán la huella de dicho grupo criminal es profunda. Su llegada abrió un nuevo ciclo.
Según fuentes oficiales, el grupo de Los Viagras se armó como “autodefensa” para luchar contra La Familia Michoacana y terminó controlando buena parte de los negocios de este grupo criminal; sin embargo, en la actualidad se han aliado para combatir al Cártel Jalisco Nueva Generación, cuya presencia domina la mayor parte de los municipios del estado.
La historia de violencia en Michoacán en la última década es la historia de alianzas y las rupturas entre estos tres grupos.
Las investigaciones ubican a Nicolás Sierra Santana, el “Gordo” como el líder absoluto de Los Viagras.
Guerrero y Guanajuato, una mafia local depredadora
En vísperas de la Navidad de 2009, miembros de la Marina entraron en casa de Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, y en la refriega el capo murió acribillado por fuerzas especiales. Era el número uno del cártel de los Beltrán. A su muerte empezó la lucha intestina por el poder. De ahí surgió la facción de los Guerreros Unidos, liderada por Ángel Casarrubias Salgado, el “Mochomo” —capturado en junio pasado—, que se hizo fuerte en el estado de Guerrero y que se le acusa de la desaparición de los 43 normalistas.
Guerreros Unidos es un ejemplo de la tipología de un nuevo crimen organizado en auge en México y de sus causas. Al desmembramiento de cárteles hegemónicos por la presión del aparato federal le sucede una disgregación del monopolio del crimen. Aparecen, entonces, grupos menos potentes pero dañinos.
- El estado de Guerrero, controlado por los Beltrán de una manera más o menos homogénea hasta 2009, es un escenario de batallas por el territorio entre Guerreros Unidos y otros grupos, fundamentalmente Los Rojos y la Familia Michoacana.
- Otros de los cárteles del narcotráfico que conforman una compleja estructura territorial es el de Santa Rosa de Lima. Aunque no se trata del único grupo criminal en el negocio del robo de combustible, los pasados operativos en su contra lo han hecho el más famoso. Su líder, José Antonio Yépez, el “Marro”, fue capturado el pasado 2 de agosto.
Sus orígenes se remontan a una escisión en 2017 del Cártel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Osegura Cervantes el “Mencho”. Opera en el llamado Triángulo Rojo del robo de combustible, sembrado de oleoductos de Pemex.
El “Marro” decidió centrar su negocio principalmente en la gasolina. Y así llegó a fortalecerse tanto que amenazó al poderoso Cártel Jalisco hace más de dos años. A través de una grabación casera, decenas de hombres con pasamontañas y AK-47 advertieron al CJNG de que si no abandonaban su tierra les iban a partir su madre. Fue la primer aparición oficial de los Santa Rosa, aunque se estima que el “Marro” lleva en el negocio más de 10 años.
- Desde entonces, la sangrienta disputa entre ambos cárteles disparó la violencia en un estado tradicionalmente tranquilo. Las primeras dos semanas de enero, murieron asesinadas 213 personas, convirtiendo a Guanajuato en una de las entidades más letales de México.
- Santa Rosa de Lima es una de las organizaciones más rentables de la extracción y robo de combustible. Aunque no se trata de un grupo gigantesco, en el plano de lo local (Guanajuato) ha logrado el control gracias a las redes de corrupción y raigambre con las comunidades que lo protegen.
El nombre del cártel fue adoptado por una pequeña localidad, la cual incluye a sus alrededores las ciudades de Salamanca, Celaya, León y Guanajuato.
El 18 de abril de 2017 apareció en redes sociales lanzado amenazas a un grupo rival, pero fue hasta el 31 de enero del 2018 que el “Marro” y su cártel se convirtieron en un símbolo de lucha.
Ese día, una narcomanta que apareció en un puente de Salamanca levantó duda y temor sobre el avance del crimen organizado en el estado del Bajío. El mensaje estaba escrito en una tela blanca y advertía del asesinato de “gente inocente”
La amenaza del grupo fue la primera que recibió el mandatario Andrés Manuel López Obrador. Desde que asumió la presidencia, su gobierno sostuvo un plan de combate al “huachicoleo” (robo de combustible) en el participaron elementos de la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional.
Después de eso vinieron otras advertencias y el abandono del explosivo en la refinería de Salamanca que el grupo le dice “mi refinería”. La Secretaría de la Defensa Nacional informó que el artefacto era falso.
El “Marro” se erigió como líder criminal del cártel tras su paso por la cárcel en 2008. Los detuvieron con un cuerno de chivo, es decir, una AK-47 y le acusaron de robo de autotransporte y delincuencia organizada, pero pronto estuvo en libertad. El cártel era una empresa familiar, hasta 14 miembros del clan componían la dirección del grupo en el que participaba su madre, hermana, su prima y algún cuñado policía federal.
Ciudad de México y la Unión Tepito
El caso de la capital mexicana es más reciente. Fue el 11 de octubre de 2017. Javier Hernández Gómez, alias el “Pancho Cayagua” fue asesinado por unos sicarios en moto.
El “Pancho Cayagua”, fundador del grupo criminal La Unión Tepito, vivía en un barrio de clase media al norte de la Ciudad de México. Había pasado por prisión el año anterior por una acusación de homicidio, pero consiguió librarse. La prensa dijo que desde ese entonces perdió el poder del grupo criminal, que no estaba tan encima. Manejaba sus negocios desde casa.
Coyagua recibió una llamada a eso de las 14:00 horas. Salió en su carro, llegó a un centro comercial que hay de camino a Tepito y, antes de aparcar, le balearon.
- Entonces, la fiscalía de la capital de México informaba que dos de los atacantes —fueron cuatro en total—eran muy cercanos a uno de los acérrimos rivales de Cayagua. Se trataba de Roberto Mollado, alias el “Betito”. Al parecer, en ese entonces Betito” controlaba el menudeo al otro lado del Paseo de la Reforma, una de las principales arterias de la ciudad.
- Los comerciantes del barrio explicaron que el “Cayagua” se la debía a mucha gente. “Es parte del proceso, en el momento que te haces popular, te carga la chingada”. refirieron.
Tepito, uno de los barrios más bravos de la capital, y que le da nombre a un grupo delictivo local, vio entrar al narco en 2009, cuando “Cayagua” junto con los líderes criminales, Jesús Abdiel Vega Lemus, el “Grande”; Omar Romero Romero, el “Colosio”; Ricardo López Castillo, el “Moco” y Armando Hernandez Gómez , el “Ostion”, fundó La Unión Tepito, una banda vinculada al cártel del narcotráfico de los Beltrán Leyva.
- Durante ocho años, los sicarios antes referidos se convirtieron en el rostro de la violencia en la Ciudad de México, hasta 2013 cuando cayó el líder criminal, Jesús Abdiel Vega Lemus, el “Grande”. Luego, se produjeron múltiples detenciones como la de Omar Romero Romero, el “Colosio” en 2017, y la de Armando Hernandez Gómez , “El Ostion” y Ricardo López Castillo, “El Moco”, en 2018.
Por su parte, el principal líder criminal, Javier Hernández Gómez, tuvo su punto de inflexión en 2016 cuando fue detenido.
Durante el tiempo que estuvo frente del cártel, “El Pancho Cayagua” impuso un sangriento manual que incluyó la masacre de 2013 en la discoteca de Heavens. Ese año, la capital mexicana vivió la mayor matanza del narco que se recuerda con el secuestro y asesinato de 13 jóvenes a pocas cuadras del eje financiero y urbano de la CDMX. Tres meses después todos ellos aparecieron mutilados en una fosa común de un bosque.
Tras la captura del cabecilla, una guerra interna por el liderazgo de la célula criminal y la detención de casi toda la cúpula de cabecillas, debilitaron a La Unión.
En medio de ese panorama llegó Roberto Mollado Esparza, alias Betito”, quien en el mundo del gran crimen era un recién llegado que imitó las maneras de los grandes nombres del narcotráfico. Se operó, adelgazó y se injertó de pelo para evitar ser identificado. Se movía de casa en casa para no ser detectado y se hacía pasar por un honorables dueño de bares y cantinas.
- Con él al frente, La Unión Tepito arrastró a la Ciudad de México a su etapa de mayor violencia, logrando controlar la venta de droga en 12 de las 16 alcaldías de la capital y las extorsiones en cantinas, restaurantes y hasta tiendas de vestidos de 15 años.
- El “Betito” encarcelado desde agosto de 2018, fue señalado por ordenar al menos 50 ejecuciones. Continuaron las capturas de otros sucesores como David García, el “Pistache” y Pedro Ramírez Pérez, alias el “Jamón”, detenido en Atizapán. Controlaba el cobro de piso y la venta de droga en restaurantes, bares de la Condesa, Zona Rosa, Polanco, Narvarte, Roma y Satélite, principalmente.
Una investigación de la Marina indicó que el nuevo centro de gravedad del crimen organizado se hallaba en Peralvillo 33, alcaldía Cuauhtémoc. El líder emergente: Óscar Flores, el “Lunares”, a quien el soborno de funcionarios, comandantes y jefes del sector le permitieron convertirse en una de las cabezas más visibles del barrio bravo.
El “Lunares” fue capturado el pasado mes de febrero en una casa en el estado de Hidalgo, desde donde operaba los crímenes cometidos en la Ciudad de México. Se presume que su sucesor es un hombre apodado el “Buzz”
Los cárteles mexicanos con más influencia
1. Cártel de Sinaloa
El Cártel de Sinaloa, calificado como la organización criminal más antaña y establecida de México, exporta y distribuye cantidades al por mayor de fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana a los Estados Estados Unidos; esto mediante el establecimiento de centros de distribución en varias ciudades como Nueva York, Boston, Tucson, San Diego, entre otras más.
- Los estupefacientes, reportó la agencia, son principalmente traficados en diversos puntos a lo largo de la frontera sureste que divide a ambos países. Para ello, se asignan vigilantes en los puertos de entrada quienes también controlan corredores de contrabando establecidos en zonas de Arizona y California.
Asimismo, se ha comprobado que esta organización lidera la distribución de fentanilo, ya que ha instalado diversos laboratorios clandestinos en sus territorios, desde donde se trabaja y exporta esta sustancia, conocida como “la droga de la muerte”.
2. Cártel Jalisco Nueva Generación (CJGN)
El Cártel Jalisco Nueva Generación trafica diversos estupefacientes, como fentanilo, heroína, cocaína y metanfetamina, mediante corredores ubicados en ciudades colindantes con la frontera sureste de EEUU como Tijuana, Juárez y Nuevo Laredo; también tiene control en el Puerto de Manzanillo, uno de los más transitados de México.
- La rápida expansión del cártel de las cuatro letras dentro del mercado de drogas se ha dado a raíz de sus involucramientos en confrontaciones violentas con las fuerzas de seguridad del Gobierno de México, así como de cárteles rivales. Su presencia en Estados Unidos se reporta en las ciudades de Chicago, Kansas, Santa Rosa, Orlando, Nueva York, entre otras más.
- Casi de la mano con el Cártel de Sinaloa, el CJGN se debate el puesto como la organización criminal más dominante de México. Además, ha incrementado velozmente su presencia dominando 23 de los 32 estados de la república, principalmente, en las zonas centro y algunos puntos estratégicos de la frontera México-Estados Unidos.
3. Organización Beltrán-Leyva
A pesar de su debilitamiento tras el arresto y muerte de varios de sus líderes en los años recientes, la Organización Beltrán-Leyva continúa en la pelea por posicionarse dentro del negocio de las drogas, pero de una manera menos estructurada a comparación de como operaba en sus inicios.
Su modus operandi es establecer alianzas con cárteles más grandes para acceder a los corredores de contrabando de la frontera sureste de EEUU, mediante los cuales trafica, principalmente, heroína, marihuana, metanfetamina y cocaína a Denver, Bellingham, Phoenix, El Paso, Miami, entre otras más.
4. Los Zetas y el Cártel del Noreste
A diferencia de las anteriores organizaciones, Los Zetas y su fracción más prominente, el Cártel del Noreste, tienen mayor presencia en la frontera noreste mexicana.
Sin embargo, desde ese punto controlan las operaciones de contrabando que se efectúan mayoritariamente en zonas de la franja sureste como Laredo y frontera Eagle Pass en Texas; y los estados de Coahuila, Nuevo León y partes de Tamaulipas.
5. Guerreros Unidos
Con el paso del tiempo, el cártel Guerreros Unidos se ha involucrado paulatinamente en el tráfico de heroína; se sabe que actualmente entabla una alianza con el CJGN, de la cual emplea sus redes de transporte para enviar droga a Estados Unidos, así como para devolver el producto de la misma a México.
Esta agrupación, antes una fracción de la Organización Beltrán-Leyva, se encuentra y opera desde el estado mexicano de Guerrero cuya presencia ha conllevado el incremento de violencia dentro la entidad.
6. El Cártel del Golfo
Con bases establecidas en partes de Tamaulipas y Zacatecas, el Cártel del Golfo dirige sus actividades ilícitas al tráfico de heroína y cocaína, cuyos cargamentos son transportados a territorio estadunidense en áreas aledañas a McAllen y Brownsville, Texas y transportados a Chicago, única ciudad donde la DEA ha registrado movimiento.
7. Cártel de Juárez y La Línea
Aunque no cuenten con la misma expansión que cárteles más grandes, el Cártel de Juárez y su fracción unitaria, La Línea, son dos poderosas agrupaciones con gran impacto en el tráfico de drogas dentro de los Estados Unidos.
Su mayor influencia territorial se encuentra en Chihuahua cerca de la frontera sureste con el país vecino, donde transportan cargamentos de heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana; esta área es conocida por tener oportunidades rentables de contrabando entre Ciudad de Juárez y El Paso, Texas.
8. La Familia Michoacana
Como su nombre lo alude, este grupo opera desde el estado mexicano de Michoacán, sin embargo, su capacidad operacional han decaído a raíz de los enfrentamientos de cárteles, así como de exitosas operaciones policiales en la entidad.
Al igual que otras agrupaciones, las actividades de contrabando de la Familia Michoacana funcionan a base de algunos vínculos con el CJNG y de alianzas con grupos más pequeños que les permiten expandir su mercado a más territorio.
9. Los Rojos
Los Rojos son una célula delictiva que se desprendió de la Organización Beltrán Leyva, al igual que Guerreros Unidos. Este “mini cártel” ha sido señalado como el responsable del incremento de la violencia en Guerrero, Puebla y Morelos; entidades donde son más activos.
A pesar que el liderazgo del grupo ha rotado mucho más que en otros cárteles, ha logrado controlar el mercado de heroína en ciudades estadunidenses como Oklahoma y Jackson.
Cárteles Unidos, la violenta alianza de Sinaloa para combatir al CJNG
Una alianza del Cártel de Sinaloa con otros grupos criminales en el centro del territorio nacional podría detonar aún más violencia en México. Esta sociedad delictiva es conocida como Cárteles Unidos (CU) y, como meta, buscan ganarle las plazas de droga al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) del Bajío y Michoacán.
Así lo informó Lantia Intelligence, una plataforma digital de datos sobre violencia, crimen organizado y conflictividad social en México. Estos explican que la alianza de Sinaloa es conformada por “organizaciones locales y autodefensas” y se fundó en 2017. Estas son promovidas o apoyadas por los mismos capos del estado del Pacífico y “mafias subordinadas”, particularmente Los Zambada, Los Salazar y Los Coroneles.
- Según Lantia, las organizaciones que conforman esta alianza con Sinaloa son el Cártel Nueva Plaza, el Cártel de Santa Rosa de Lima, el Cártel de Tepalcatepec, Los Tena, Los Rojos y Los Viagra.
- El Cártel Nueva Plaza es una escisión del Cártel Jalisco Nueva Generación que le disputa el poder al CJNG.
- El Cártel de Santa Rosa de Lima es una organización de huachicoleros que en 2017 le declaró la guerra al Mencho, líder del Nueva Generación, por el control de Guanajuato. Desde entonces, la violencia se disparó en la entidad. Su líder, El Marro, fue detenido en agosto del año pasado.
Zacatecas y Guanajuato son dos de las entidades que actualmente se disputan el CJNG y Cárteles Unidos. Sin embargo, Lantia apunta que la batalla principal se da en Michoacán.
“El estado que concentra la mayor parte de los enfrentamientos entre el CJNG y CU es Michoacán”, señala la plataforma. “Esta confrontación es de alto riesgo por la participación de varias mafias y bandas locales con base social amplia (incluyendo grupos de autodefensa), así como con respaldo financiero y alto poder de fuego”.
Los dos municipios que más han padecido este conflicto son Zamora y Tepalcatepec, Michoacán. En la primera demarcación murieron 45 personas durante enfrentamientos entre ambas organizaciones durante febrero; en la segunda hubo 21 víctimas letales.
Anticipan más violencia
Lantia explica que el Cártel de Sinaloa y su alianza podría llevar a un recrudecimiento de violencia en Guanajuato para marzo y abril. Este estado lleva años como el epicentro de asesinatos en México por la guerra entre el Cártel de Santa Rosa de Lima y la gente del Mencho.
- “El principal riesgo lo generan Los Zambada y Los Salazar —mafia del Cártel de Sinaloa con presencia en Sonora— tanto vía Gente Nueva (brazo armado) como por el apoyo económico y logístico que podrían ofrecer al Cártel de Santa Rosa de Lima”, señala Lantia.
Además, el Cártel Nueva Plaza presuntamente ha comenzado con incursiones en Guanajuato. Originalmente, esta agrupación delictiva operaba principalmente en la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco./AgenciasPUNTOporPUNTO