El impacto de las medidas fundamentales de salud pública –o la prevención y tratamiento de enfermedades– depende del acceso a los servicios disponibles para la población. En México lamentablemente, la cobertura de servicios no es universal y por tanto, no garantiza el acceso a servicios de salud de calidad de toda la población.
De acuerdo con el “Censo de Población y Vivienda 2020”, a nivel nacional hay 32 millones 999 mil 713 connacionales que no tienen afiliación a servicios de salud públicos o privados, a los que se sumaría parte de las 431 mil 499 personas que no especificaron su condición de afiliación, que desconocen si están afiliados o no a una institución de salud.
La cantidad de personas sin acceso a servicios de salud reportada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) representa al 26 por ciento de las y los mexicanos, o bien, a casi la tercera parte de la población de México.
“Los países que decidan renunciar a medidas fundamentales de salud pública –por la razón que sea– pueden acabar enfrentándose a un problema mayor [de coronavirus] y a una carga más pesada para el sistema de salud, que requiera medidas más severas de control”, dijo en el último año el doctor Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- La advertencia lanzada por Adhanom implica condiciones de cobertura poblacional, pero también de calidad en los servicios de salud. Acerca de este último punto, las cifras del Inegi refieren que la satisfacción con respecto a los principales servicios públicos es muy baja.
- Los institutos Mexicano del Seguro Social (Imss), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) y de Salud para el Bienestar (Insabi) –este último a cargo de los afiliados al Seguro Popular– son las principales instituciones de salud pública en términos de cobertura poblacional.
- En conjunto, Imss, Issste e Insabi son los responsables de atender a 88 millones 312 mil 421 personas, o el equivalente al 94 por ciento del número de afiliados a instituciones de salud públicas y privadas.
De acuerdo con las cifras de la última medición (2019) de “Calidad gubernamental” del Inegi, el nivel de satisfacción de personas mayores de 18 años de edad con respecto a los servicios provistos por dichas dependencias fue reprobatorio. Los peor evaluados fueron los servicios de salud del Imss con 43.8 por ciento de aprobación, seguidos de aquellos provistos por el Issste (47.1 por ciento) y por los “servicios de salud estatal o Seguro Popular” (47.2 por ciento) que asimismo obtuvieron una calificación reprobatoria.
La situación anterior genera que muchos derechohabientes del sector público acudan a servicios privados de salud, aún cuando ello suponga un mayor desembolso.
En ese sentido, el resultado del más reciente censo poblacional del Inegi arroja que hay 645 mil 860 personas que en el último año complementaron los servicios públicos o de “otra institución” con servicios privados, a los que se sumarían tres de cada 10 personas que aún contando con esquemas de protección en salud acudieron a consultorios dependientes de farmacias, de acuerdo con datos dados a conocer a finales del año pasado por el Instituto Nacional de Salud Pública (Insp).
ACCESO A SALUD Y COVID-19
Desde el inicio de la pandemia y hasta el día 28 de enero de 2021, la Secretaría de Salud (Ssa) reportó un acumulado de 1 millón 825 mil 519 casos confirmados de coronavirus a nivel nacional.
- Las cifras oficiales indican que el número de contagios acumulados de COVID-19 aumentó 64 por ciento real en los últimos seis meses y que en la actualidad, ocho de cada 10 infectados pierde la vida por la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
- Sin embargo, la tasa de mortalidad podría ser mayor considerando que las cifras diarias de la Ssa están “incompletas en la medida en que no incorporan otras fuentes de información que llevan un plazo más largo de recabar”, dijo el pasado 27 de enero el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Esto luego de que ese mismo día, el Inegi revelara que México tuvo un índice de mortalidad 55.6 por ciento superior a lo reportado por la Ssa en los primeros ocho meses de 2020.
De acuerdo con el informe del Inegi, entre enero y agosto del año pasado en México hubo 108 mil 658 muertes por COVID-19, mientras que según la Secretaría a cargo del doctor Jorge Carlos Alcocer Varela, en ese mismo periodo hubo 69 mil 849 casos reportados.
- La situación de salud en México es grave y las cifras dan cuenta de ello, máxime considerando que de acuerdo con López-Gatell, “el perfil de mortalidad de un país depende mucho de su realidad social y en ella están implicados 40 años de historia de la construcción de la desigualdad” en México, que comulga con factores múltiples que determinan “el perfil de salud” de la población mexicana, que es asediada por enfermedades crónicas asociadas a mala nutrición, tabaquismo, obesidad, hipertensión y diabetes.
La desigualdad en el acceso a servicios de salud tendrá consecuencias de vida y muerte a nivel nacional.
Un análisis de la Unidad de Datos de SinEmbargo con base en cifras oficiales indica que la población con más riesgo de padecer complicaciones de salud por coronavirus (personas de 60 a 99 años de edad) tiene diferentes intervalos de falta de acceso a servicios de salud, según su edad y según condiciones raciales y/o de capacidades físicas y/o mentales.
Si se compara la falta de acceso a servicios de salud por edad, en general se observa que la población de 20 a 29 años y de 100 años en adelante es la que tiene los niveles más altos de inacceso, mientras que las personas de cero a nueve años y de 70 a 79 años tienden a tener los niveles más bajos de falta de acceso a nivel nacional.
Sin embargo, si se hace un corte por condiciones específicas desagregadas, se observan diferencias importantes entre grupos poblacionales.
- La población más vulnerable al coronavirus, es decir, las personas de 60 a 99 años de edad que corren más riesgo de gravedad por la enfermedad y que presentan una tasa de hospitalización de entre cuatro y seis de cada 10 casos, tiene mayor grado de inacceso a servicios de salud cuando se trata de personas que hablan lengua indígena (23 por ciento en promedio), que cuando se trata de personas con alguna limitación o discapacidad (20 por ciento en promedio), o cuando se trata de personas de autodescripción afromexicana (19.9 por ciento en promedio).
En el primer caso, el de la población que habla lengua indígena, se observa que el inacceso a servicios de salud de la población más vulnerable a ser hospitalizada está intercalada, de modo que mientras la población de 70 a 79 años tiene el segundo nivel de inacceso más bajo después de la población de cero a nueve años, la población de 90 a 99 años tiene el tercer nivel de inacceso más alto después de las personas de 20 a 29 años y de más de 100 años, respectivamente.
- En el segundo caso, el de la población con alguna limitación o discapacidad, se observa que el inacceso a servicios de salud de la población más vulnerable a ser hospitalizada es el más bajo de todos los deciles de edad, con proporciones de inacceso que van de 17 a 23 por ciento de las personas. Sin embargo, dentro de este grupo, la población de 90 a 99 años –que es el segundo decil con más riesgo después de la población de 80 a 89 años– tiene la tasa de inacceso más alta.
- En el tercer caso, el de la población de autodescripción afromexicana, se observa una situación similar a la del grupo anteriormente referido, en el que el inacceso a servicios de salud de la población más vulnerable a ser hospitalizada es el más bajo de todos los deciles de edad. Pero a diferencia del grupo anterior, en que el inacceso no es necesariamente proporcional al grupo de edad, en la población de autodescripción afromexicana el inacceso aumenta conforme la edad lo hace también.
Así, mientras que la población afromexicana de 70 a 79 años tiene una tasa de falta de acceso de 17 por ciento, la población afromexicana de 90 a 99 años tiene una tasa de inacceso de 23 por ciento.
DECENAS DE MILES SUFREN LAS SECUELAS DEL COVID
“La salud y los muertos ya no regresan. Una vez que te infectaste [de coronavirus] es una ruleta”, dijo en entrevista el doctor Fidel Alejandro Sánchez Flores. Cualquier persona recuperada puede padecer síntomas graves o leves post-COVID porque tienen que ver con una serie de factores de riesgo que van más allá de la edad, el género y las condiciones preexistentes de salud.
“El 80 por ciento de las personas que se han infectado tienen secuelas menores y parece ser que no tienen condiciones graves. El problema es que un 20 y hasta un 30 por ciento sí empiezan a presentar esas complicaciones y esas secuelas graves”, abundó el investigador en jefe de la Unidad Universitaria de Secuenciación Masiva y Bioinformática (UUSMB) del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IBT-UNAM).
Desde que inició la pandemia y hasta el 18 de febrero de 2020, la Secretaría de Salud (SSA) contabilizó 2 millones 13 mil 563 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 379 mil 154 (18.8 por ciento) fueron casos de hospitalización.
- Con base en cifras de 16 fuentes oficiales nacionales e internacionales, indica que en promedio y hasta el momento, 26.4 por ciento de las personas hospitalizadas en el mundo han sufrido secuelas cardiovasculares, pulmonares, psicológicas y/o renales y hepáticas. Dichas secuelas—que son las más documentadas al cierre de esta edición— inciden a mediano y largo plazos, están relacionadas con el incremento de la tasa de mortandad del virus y con la reducción de la calidad de vida de las personas que afligen.
Considerando la tasa de hospitalización en México y el grado de presencia de secuelas a largo plazo, que han sido documentadas a partir de casos de hospitalización en el mundo y que podrían estar relacionadas con la COVID-19, al corte del 18 de febrero habrían 100 mil dos mexicanas y mexicanos con riesgo de padecer secuelas de tipo cardiovascular, pulmonar, psicológico y/o renal y hepático. Ello implica e implicará gastos de bolsillo y/o costos a cargo de los sistemas de salud público y privado.
- Asimismo y con base en el costo promedio de tratamientos en instituciones públicas nacionales de las enfermedades cardiovasculares, pulmonares, psicológicas y/o renales y hepáticas ligadas a secuelas de coronavirus o similares con más presencia en México, SinEmbargo calculó que el costo medio mínimo mensual aproximado por persona para cubrir necesidades médicas relacionadas con secuelas de la COVID-19 es de 15 mil 967 pesos. Una cantidad de dinero que multiplicada por la población en mayor riesgo de padecer secuelas graves y/o a largo plazo, implica un monto cercano a 1.6 mil millones de pesos.
- Dicha cantidad de recursos —que sólo cubriría un mes de tratamiento por costos de consulta, terapia, medicamentos, urgencia y (en su caso) intervenciones quirúrgicas— es equiparable al 1.1 por ciento del presupuesto neto aprobado para el sector Salud en 2021, o bien, el equivalente al 0.01 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Las cifras referidas en este reportaje son un ejercicio cuya finalidad es dimensionar el impacto económico y social que pueden tener las secuelas del coronavirus en México. Por lo tanto, no deben considerarse como un indicador de la situación nacional. Los datos desagregados, los cálculos y las fuentes utilizados están incluidos en la tabla “Ejemplos de secuelas”.
ENERO Y FEBRERO DEJAN 59,645 DECESOS POR COVID
La Secretaría de Salud informó que hasta este lunes, el país acumula 186,152 defunciones por COVID-19, es decir, 437 (0.2%) fallecimientos más con respecto a los registrados el domingo.
Si se toma en cuenta que el 1 de enero de este año arrancó con 126,507 decesos, se tiene que solo entre ese mes y febrero México acumuló 59,645 fallecimientos a causa de la enfermedad, que representa el 32% del total.
AVANCE EN MARZO
Los datos oficiales de la Secretaría de Salud indican que en total, hasta este momento, hay 2 millones 89,281 contagios, con los 2,343 adicionales con respecto a los registrados el 28 de febrero, cuando se cumplió un año de la pandemia en México.
- Christian Arturo Zaragoza Jiménez, director de Información Epidemiológica, detalló en la conferencia vespertina de este lunes que del total de casos, se estima que 45,682 se encuentran activos, es decir, el 2%.
- Además, destacó que 1 millón 639,943 personas se han logrado recuperar. La mitad de los pacientes de COVID-19, agregó, son hombres y la otra mitad mujeres.
Sobre la ocupación hospitalaria, esta se ubica en 29% a nivel nacional, que son 9,131 camas generales ocupadas, y solo la Ciudad de México tiene una ocupación del 53%, el resto de las entidades se ubican con menos del 50%.
De las camas con ventilador, indispensables para atender a pacientes en estado crítico, la ocupación a nivel nacional es del 32%, siendo la Ciudad de México la de ocupación más alta (56%); los demás estados están con menos del 50%./Agencias-PUNTOporPUNTO