“Cuando se sincera la economía hay un precio que pagar, por eso es peligroso el populismo: es el sacrificio del futuro por un presente efímero”.
Mario Vargas Llosa.
Por Francisco J D´Angelo Ohep
Analizando el currículum del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, observamos a un priista de la vieja guardia, porque estuvo en el PRI desde 1976 hasta 1988, año en que lo dejó y fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el que militó desde 1989 hasta 2012. Ese año creó su movimiento MORENA, el cual aún no logra consolidarse como un partido político.
Encontramos en López a un hijo de españoles y mexicanos, como muchos de nosotros en Latinoamérica, mitad europeos, mitad indígenas y/o negros, pues su señora madre nació en México, pero era hija de españoles. Su abuelo materno era del municipio de Cantabria. Fue seguramente, un exiliado de la Guerra Civil española, por lo que hoy sería quizás un refugiado. Por parte de su padre era de ascendencia indígena y africana, y su abuela materna era asturiana.
La familia de López no era pobre, en los años 60s se mudaron a Villahermosa, donde tenían una tienda de ropa y zapatos, “Novedades Andrés”. No eran proletarios, eran pequeños comerciantes, gente trabajadora.
El presidente, a la edad de los 19 años se mudó a Ciudad de México, para estudiar la licenciatura en Ciencias Políticas y Administrativas en la UNAM, la mejor universidad de México en esa época y seguramente una de las mejores del mundo hasta hoy. Tardó en graduarse, ya que desempeñó varios cargos administrativos en el gobierno, en el estado de Tabasco y en la administración del PRI, hasta que presentó su tesis titulada: “PROCESO DE FORMACIÓN DEL ESTADO NACIONAL EN MÉXICO. 1824- 1867”.
En julio de 1824, se aprobó la nueva Constitución Federal Mexicana. Con el repudio del Congreso Constituyente, abdicó el emperador Agustín de Iturbide y terminó siendo fusilado el 19 de julio, en Padilla, Tamaulipas.
Designaron entonces como primer presidente de los Estados Unidos Mexicanos, al veterano General insurgente José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, mejor conocido como “Guadalupe Victoria”. que gobernó hasta 1864.
En ese año se logró la Toma de San Juan Bautista. con la batalla del 27 de febrero de 1864, en la ciudad de San Juan Bautista Tabasco. Sólo entonces se logró expulsar a los invasores franceses. Los mexicanos, bajo el mando del coronel Gregorio Méndez, lograron esta hazaña.
Volviendo al presente, López Obrador, comprendiendo su entorno, se presento como un defensor de algunos cambios, pero los mismos realmente eran lógicos y necesarios para su época, como por ejemplo, cambiar el régimen de la dictadura priista por un sistema democrático, donde compiten varios partidos.
Por otro lado logro una trayectoria exitosa como político de calle, versado en el arte de agitar, establecer plantones y quejarse de elecciones fraudulentas.
Al perder alguna elección, AMLO convocaba marchas, caravanas, bloqueos e incendios de pozos petroleros, lo que hizo que los opositores le tacharan de “Porro”. Sin embargo, no se define como un comunista seguidor del “Socialismo del Siglo XXI”, que fue puesto en práctica por primera vez en la historia, por Hugo Chávez en 1998, con la asesoría de Fidel Castro.
Los venezolanos en México, junto al mundo entero, observaron con desconcierto cómo el presidente invitó a Nicolás Maduro, al que llaman “El Carnicero de Miraflores”, a su toma de posesión, pese a las protestas y la presentación ante la procuraduría mexicana, de un recurso legal contra del Dictador de Venezuela; personaje éste que ya se perfilaba con varias causas internacionales por Violación de los Derechos Humanos.
A pesar de todo, no sólo le invitó a su toma de posesión, sino que se fotografió con éste y su esposa Cilia Flores, quien es nada más y nada menos que la tía de dos narcotraficantes convictos en Estados Unidos y además, exguerrillera, acusada de violación de Derechos Humanos, terrorismo y narcotráfico.
Esto nos remite al Foro de Sao Paolo, al Grupo de Puebla, asesores/coordinadores de estos regímenes que se apropiaron en su momento, de países enteros como Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Nicaragua y por supuesto el país donde nació la Franquicia, Venezuela, que fue el país de instrumentación más radical y donde se destruyeron absolutamente todas las instituciones, implementando la doctrina TIERRA ARRASADA, con la idea de sólo dejar en pie las nuevas instituciones creadas por el chavismo a imitación de las cubanas.
Concluimos que López Obrador se preguntó ¿cómo podía cautivar a los mexicanos, para lograr los treinta millones de votos en las elecciones?, con su ideal del viejo priismo de la época de Echeverría, que en verdad estaba basado en:
1) Centralizar los poderes en el presidente y
2) Lograr un Capitalismo de Estado con:
- Poco conocimiento del mundo globalizado,
- Sin afición por enterarse de lo que pasaba en el exterior, – Sin acercamiento a las nuevas tecnologías y
- Con una generación millennials con poder de voto engañada por un progresismo que defiende el estatismo.
Entonces, a algún asesor mal intencionado, se le ocurrió la brillante idea, de venderle el modelo del Socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez.
De esta manera se ganaría a la izquierda radical, a los moderados, a los que no entendían bien qué es todo eso y a los que siguen la ilusión de progreso, millones de personas que piensan que, su falta de oportunidades para progresar es culpa de los gobiernos anteriores, del Capitalismo y del Neoliberalismo. No creen en la meritocracia basada en el trabajo y estudio propio, sino que ¡!!Siempre hay un culpable del fracaso, que no soy Yo!!!
Esta historia continuará esperen la Franquicia del Chavismo II…