Por José Víctor Rodríguez Nájera
Cuando una persona requiere de la presencia de la policía en la capital del país, por alguna emergencia o eventualidad de la cotidianidad, sólo dispone de 2 mil uniformados, cifra que, por sí misma, pone en una severa crisis a la gobernanza en la administración de Claudia Sheinbaum debido a que en la ciudad se movilizan al día unas 20 millones de personas.
A simple vista, la capital mexicana podría ser considerada como la más segura del país, porque mantienen a unos 85,000 policías en territorio capitalino, según lo informó el Diagnóstico Nacional sobre Policías Preventivas de 2018, Cifra que significaría unos 4.2 policías por cada 1,000 habitantes, nivel por debajo de la media nacional que recomienda la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero esta cifra es mucho menor, el titular de la Seguridad de Seguridad Ciudadana, Omar Hamid García Harfuch, dispone sólo de 2,000 policías al día para las necesidades que demanda la sociedad, que dicho sea de paso, paga este servicio con sus aportaciones fiscales un estado de fuerza mayor de 85,000 policías, pero que la mayoría es utilizado para hacer negocios privados, que «regentean» dinero legal e ilegal.
Vamos por pasos. Dentro de este universo de uniformados se encuentra la Policía Auxiliar que se estima tiene unos 28 mil elementos, corporación que integra al gobierno capitalino, que hace funciones de seguridad privada, de la misma forma que el cuerpo de la Policía Bancaria e Industrial, que cuenta con otras 20,000 personas encuadradas, otras 10,000 que, representan a grupos como la policía montada, Comando de Operaciones Especiales, agentes de tránsito, entre otras más.
El número de 85,000 policías se reduce a sólo 30,000, pero hay que considerar sólo una cuarta parte de ellos, es decir, sólo unos 10,000 policías están disponibles al día en las calles de la ciudad de México, debido a que las otras dos cuartas partes integran a empleados de descanso, licencias laborales, incapacidades, vacaciones y actividades de oficina que eventualmente pudieran realizar.
Pero, además, hay que restar otros 8 mil policías que realizan «favores» a comercios, bancos, zonas residenciales, restaurantes. Son policías capitalinos que deberían realizar acciones en contra de la delincuencia, sin embargo, se están en «asignaciones» que les deja, particularmente a «mandos», ingresos multimillonarios extra que reciben como dádiva y de manera ilegal, vamos, bajo la mesa. Y otros 1,000 policías que realizan tareas de tránsito sin tener facultades para ello, vamos, que extorsionan a los automovilistas.
Es decir, sólo existen unos poco menos de 2,000 policías disponibles día a día en nuestra ciudad al momento de que un ciudadano solicite la presencia por alguna acción de emergencia o eventualidad del quehacer cotidiano. Es decir, el ciudadano está prácticamente solo en una emergencia.
Así le pasó el pasado miércoles a María Hernández (seudónimo usado por temor a las represalias), que marcó el 911 para solicitar la intervención de la policía capitalina luego que el conductor del servicio de Didi, identificado como Israel Martín Martínez Santos cambió de manera abrupta la ruta de su viaje original.
Israel Martín Martínez Santos continuó al volante del vehículo «plateado» con placas NFX2663, luego que intentó secuestrar a la mujer a la altura del mercado Cuauhtémoc; sin embargo, en la esquina de Río de la Loza y Rafael Lucio pudo abrir la puerta del vehículo y bajar de él, aún cuando el conductor apretó el paso.
María Hernández habló tres veces al 911, pero fue hasta la cuarta ocasión cuando por fin arribó una patrulla con dos —de los 2 mil policías máximos disponibles— frente a la farmacia «Guadalajara» donde se había resguardado, a unos pasos de la empresa Televisión Vía Satélite (Televisa), para «perseguir» al feminicida en potencia que 45 minutos antes se había dado a la fuga.
Se sabe que ya existe una denuncia penal en contra del supuesto conductor Israel Martín Martínez Santos, pero lo lamentable de este asunto es que el negocio de la seguridad pública mantienen secuestrada y con pocas posibilidades de quién paga el servicio, la sociedad, se vea beneficiada de ella.
Tome nota Sheinbaum Pardo, el ciudadano paga el servicio de seguridad pública y, por si fuera poco, el usuario de plataformas de movilidad también son obligados a que una parte de su pago los tome la capital del país para satisfacer, entre ellos, el servicio de seguridad.
Punto Cero
Me da gusto saber que los trabajos de restauración del Teatro de la Ciudad de México «Esperanza Iris» han comenzado. De estilo neoclásico, la fachada del Teatro de la Ciudad de México «Esperanza Iris», es intervenida como parte de las labores de mantenimiento y reconstrucción que requiere el recinto con 103 años de antigüedad, considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987 celebrará en 2021 su 103 aniversario con la reinauguración de su fachada original. Necesitamos más acciones a favor de la cultura en nuestro país.
*Periodista mexicano | @JoseVictor_Rdz