Actividad INDUSTRIAL registra Avance MARGINAL; aumenta la MANO de OBRA: desOcupada o SubOcupada

La tasa de subutilización de la fuerza de trabajo, cerró en 30.3% al cuarto trimestre de 2020; un año antes fue de 19%.

La actividad industrial de México desaceleró su avance mensual por segunda vez consecutiva en diciembre, afectada principalmente por la caída en la construcción, informó el jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) avanzó 0.1% en el último mes del año, por debajo del 1.0% revisado de noviembre y del 0.4% esperado por analistas consultados por Reuters.

En el desglose por actividad económica, la construcción registró el mayor retroceso, al caer 2.7%, seguido de la minería, que descendió un 0.3%, según datos desestacionalizados.

La generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final avanzaron un 1.7%, mientras que las manufacturas crecieron un 1.1%.

A tasa anual, el declive del IMAI fue de un 2.1% en diciembre, según cifras originales del INEGI, con lo que el indicador ligó 21 meses con lecturas negativas bajo esta medición.

Durante 2020, la segunda mayor economía de América Latina sufrió su mayor contracción en décadas al caer un 8.5%, según datos preliminares del instituto.

Acumula la construcción 29 meses de caída

El valor de la construcción en México acumula 29 meses de caídas continuas, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En noviembre reportó el tercer nivel más bajo del que hay registro, sólo superado por el del bimestre mayo-junio pasado, en pleno confinamiento por la pandemia.

En noviembre, lo producido por la construcción cayó 23.8 por ciento a tasa anual. Si bien desde julio de 2018 inició una racha de caídas, la de ahora se profundizó el año pasado con la epidemia del Covid-19. Cada mes se redujo en promedio 25 por ciento.

Estas caídas por efecto de la pandemia resultaron en el cierre de más de 2 mil empresas del sector durante el año pasado, de acuerdo con estimados de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

A la vez, el personal ocupado se redujo 19.2 por ciento, sobre todo entre los obreros; las horas trabajadas los hicieron 18.1 por ciento y las remuneraciones promedio aumentaron 1.4 por ciento, todo en cifras desestacionalizadas, muestra la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC).

Con base en ella, Inegi informó que además de la baja respecto de 2019, la construcción se redujo 0.4 por ciento frente a octubre pasado. Con ello disminuyeron 0.6 por ciento el personal ocupado y 0.2 por ciento las remuneraciones medias reales. Las horas trabajadas se incrementaron 0.1 por ciento.

El valor de la construcción de obras de ingeniería civil fue el de mayor caída durante noviembre, al retroceder 25.73 por ciento, seguida por el subsector de edificación, que disminuyó 23.21 por ciento; mientras los trabajos especializados de construcción se redujeron 19.04 por ciento, al depender de los dos anteriores.

Banco Base envió un reporte a inversionistas en el que subrayó que la mayor baja en la construcción se ha dado en el sector formal. El mismo lunes Inegi reportó el Indicador Global de la Actividad Económica de noviembre en el que mostró que este sector tuvo un crecimiento mensual de 2.2 por ciento, lo que difiere de la contracción de 0.4 por ciento de la ENEC.

Esto se debe a que la encuesta sólo reporta el trabajo de empresas constructoras, así que la disparidad entre ambas mediciones mostró que “el sector formal de la construcción ha sido el más afectado por la pandemia, debido principalmente a las restricciones en la capacidad de operación que permanecen en los estados con alto grado de contagio, en donde se permite operar a 30 por ciento de la capacidad”, abundó el banco.

La misma institución financiera identificó que se ha recuperado más rápido la contratación de obra por parte del sector público que del privado; se debe a los proyectos de infraestructura de la administración actual, incluyendo el Tren Maya y la refinería Dos Bocas, explicó.

Además, con el anuncio de noviembre, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el segundo paquete de inversión en conjunto con la iniciativa privada, que consiste en 29 proyectos que representan un total de 228 mil millones de pesos, “podría apoyar moderadamente la recuperación del sector durante el año”, consideró.

Crece el desperdicio de la mano de obra

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, este universo de personas es la suma de la población desocupada, la subocupada y aquellos que, aunque no buscaron, aceptarían un trabajo si se los ofrecen.

  • Este indicador, conocido como tasa de subutilización de la fuerza de trabajo, cerró en 30.3% al cuarto trimestre de 2020; un año antes fue de 19%. Uno de los segmentos desaprovechados fue la población desempleada, que llegó a 2.5 millones de personas al final de 2020, lo que representó 607 mil más en comparación con 2019.
  • El segundo grupo está conformado por los subocupados, personas que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de lo que su ocupación les demanda y que ascendió a 8.1 millones, casi el doble de los 4.3 millones que eran en 2019.
  • Muchas de estas personas perdieron su empleo por la pandemia y, aunque se recolocaron, fue en condiciones precarias, sobre todo en informales. Finalmente, las personas no activas económicamente disponibles para trabajar sumaron 8.9 millones, cifra que supera los 5.8 millones previos a la crisis.

La crisis del Covid-19 deja fuerza de trabajo subutilizada que no explota su potencial; la conforman desempleados, subocupados y aquellos que, aunque no buscan empleo, aceptarían uno si se lo ofrecen

La crisis que generó la pandemia del Covid-19 provocó que la economía mexicana no tenga las condiciones de aprovechar plenamente el potencial que representa la mano de obra de 19.6 millones de mexicanos.

La cifra resulta del conjunto de personas desocupadas, subocupadas y aquellas no económicamente activas disponibles para trabajar en el cuarto trimestre de 2020.

  • De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del Inegi, la mayor parte de este grupo de trabajadores desaprovechados o subutilizados corresponde a las personas no activas económicamente disponibles para trabajar, es decir, quienes no buscaron trabajo, pero aceptarían uno si se los ofrecieran.
  • Este segmento de la población sumó 8.9 millones de personas al cuarto trimestre 2020, cifra 53% superior a los 5.8 millones existentes en el mismo periodo del año anterior.
  • Debido a la emergencia sanitaria, el cierre de las empresas y de negocios en actividades no esenciales, esta población quedó fuera de la fuerza de trabajo al perder el vínculo con la unidad empleadora, muchos de los cuales se espera que retomen a su trabajo una vez que se reanuden las actividades.
  • Analistas opinan que, debido al lento control de la pandemia durante 2020, muchas personas no tuvieron incentivos para buscar trabajo en gran parte del año, es por ello que la población no activa económicamente, pero disponible, cerró 2020 con una cifra elevada.

El segundo segmento de la fuerza laboral subutilizada del país que registró un repunte importante el año pasado fueron los trabajadores subocupados, es decir, las personas empleadas que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de lo que su ocupación actual les demanda.

  • Este grupo ascendió a 8.1 millones de personas en los últimos tres meses del año pasado, casi el doble de los 4.3 millones registrados en el mismo periodo de 2019.

Una buena parte de las 12 millones de personas que perdieron su empleo debido al confinamiento por la pandemia en abril y que lograron recolocarse en algún puesto, lo hicieron en condiciones más precarias, principalmente dentro de la informalidad, con menos horas de trabajo y un menor salario, por lo que cada vez más personas se vieron en la necesidad de buscar una ocupación adicional que complemente su ingreso.

  • El tercer segmento de la fuerza laboral desaprovechada o subutilizada es la población abiertamente desocupada, que se conforma por personas que se encuentran sin trabajar, están disponibles y buscaron empleo en el último mes a la entrevista.
  • En términos absolutos, la población desempleada fue de 2.5 millones de personas en los últimos tres meses del año pasado, cantidad superior en 607 mil personas, comparada con el cuarto trimestre de 2019, es decir, un aumento anual de 31.3%. Un tercio del universo, subutilizado./Agencias-PUNTOporPUNTO

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