Secuestros masivos y extorsiones, lo mismo a manos de grupos armados que de servidores públicos. Cuerpos policiales que capturan a migrantes y los entregan al crimen organizado. Familias aterrorizadas que miran cómo sus compañeros de tránsito hacia Estados Unidos son torturados hasta sacar el número de teléfono de alguien que pueda pagar por ellos.
- Son escenas de lo que personas migrantes han vivido en México cada día de los últimos dos años, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y que la actual Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se ha encargado de silenciar y ocultar.
- El asesinato de 19 migrantes ocurrido el pasado 24 de enero en Camargo, Tamaulipas, es solo el último ejemplo de una larga historia de violaciones a los derechos humanos de quienes van en ruta hacia Estados Unidos.
Pero esta violencia no es un hecho aislado
Entre septiembre de 2019 y febrero del año pasado, la CNDH elaboró 32 documentos con testimonios que narran torturas, amputaciones, violaciones, y asesinatos de personas migrantes, entre las que habría mujeres, niños, niñas y adolescentes. En las agresiones estuvieron involucrados integrantes del crimen organizado, pero también funcionarios estatales y federales de la policía, según el relato de las víctimas.
Los documentos a los que Animal Político tuvo acceso muestran que los testimonios fueron tomados por la CNDH en seis estaciones migratorias y estancias provisionales de detención, así como en 12 albergues de la sociedad civil en el norte, centro y el sur del país.
Y que las autoridades actuales de la CNDH tienen pleno conocimiento de los casos.
- La propia titular de la Comisión, Rosario Piedra Ibarra, recibió por escrito el 20 de noviembre de 2019, tan solo cuatro días después de asumir el cargo, copia de los testimonios de agresiones a migrantes recabados entre el 24 y 26 de septiembre en Tapachula y en Arriaga, en la frontera sur de México. Así lo prueba el oficio OF/TAP/573/2019, elaborado por la Oficina Foránea de la CNDH en Tapachula.
- El 4 de febrero de 2020, Elizabeth Lara Rodríguez, la nueva directora general de la Quinta Visitaduría, recibió copia del oficio SE/DOI/0140/20, elaborado por la directora de Organismos Internacionales de la CNDH, Ángeles Corte. En el escrito, que este medio obtuvo por transparencia pública, se expone que Médicos Sin Fronteras informó del secuestro de 11 jóvenes hondureños que fueron agredidos “física y sexualmente” en Tabasco, advirtiendo, además, que “los métodos de tortura” y “la violencia” contra los migrantes en la zona “no son aislados”.
El 13 de mayo de 2020, la Dirección General de la Quinta Visitaduría también recibió por escrito una nota informativa de personal de la propia CNDH, donde se advierte que las agresiones y secuestros de migrantes en el país siguen sucediendo con los mismos niveles de violencia que hace una década, cuando la Comisión publicó en 2009 y 2011 sendos informes especiales sobre agresiones sistemáticas a migrantes en México.
- A pesar de lo anterior, la CNDH ha optado por mantener oculta la información por más de un año, y no dar a conocer públicamente estas violaciones. No lo ha hecho en comunicados, ni en recomendaciones, ni en un informe especial. Ni siquiera hizo mención a un solo caso de secuestros de migrantes en el primer informe de actividades de Rosario Piedra al frente de la CNDH, el pasado 20 de noviembre.
- La CNDH, incluso, clasificó como información “reservada” los testimonios, alegando que transparentarlos pondría en riesgo la vida de los migrantes, a pesar de que esos testimonios son anónimos; es decir, no incluyen nombres, ni direcciones, ni ningún otro dato personal de la víctima, salvo la nacionalidad, y la fecha y el lugar donde fueron recabados los casos.
Mientras la CNDH reserva la información, el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste que, en su gestión, “ya no se violan los derechos humanos de los migrantes”. Aunque los testimonios silenciados por el órgano autónomo lo contradicen.
“En el lugar donde nos encerraron había cadáveres de niños y adultos regados por el piso”, relató uno de los migrantes entrevistados por la CNDH en un albergue de Tijuana, Baja California.
“Nos hicieron caminar por el monte hasta una cañera, y ahí nos robaron todo. Nos golpearon y nos pidieron los números de nuestros familiares. Mis sobrinos dieron el número de mi hermana, su mamá, porque estaban espantados. Empezaron a golpear fuerte a mis sobrinos para que su mamá escuchara los gritos mientras le pedían el rescate. Mi hermana terminó pagando tres mil dólares por nosotros”, dijo otro migrante hondureño en un albergue en Tenosique, Tabasco.
“Me pegaban con las manos en la nuca y en las piernas con un garrote repetidamente para sacarme información. Me amarraron toda la noche y marcaban de mi teléfono a mis contactos para torturarlos y exigirles dinero para no matarme”, relató un guatemalteco en un albergue en Torreón, Coahuila.
Hasta el momento la CNDH no ha dado su postura. Si bien no concedió entrevista, la CNDH envió el 8 de enero un resumen de 44 comunicados de prensa con diversas recomendaciones emitidas en defensa de migrantes. No obstante, ninguna de esas recomendaciones está relacionada con los casos de secuestros masivos.
- Además, apuntó que en 2020 emitió 10 recomendaciones al Estado mexicano por violaciones de derechos humanos a migrantes. Y aseguró que actualmente se encuentra realizando un “análisis” para “evaluar las capacidades institucionales del Estado mexicano para cumplir con los derechos” de los migrantes, “a fin de exhortar a que se fortalezcan las instituciones que deben atender a las personas (migrantes)”, tanto a las que son víctimas de secuestro, como a quienes viajan en caravanas, solicitantes de asilo, etcétera.
Sin embargo, la CNDH tampoco explicó en este último escrito por qué no ha dado a conocer los testimonios de secuestros masivos, de los que, a continuación, se revela una muestra.
Este es el México al que decenas de miles de migrantes se enfrentan a diario, la situación que la CNDH ha mantenido oculta.
Masacres trazan nuevas rutas
El reforzamiento del muro fronterizo en zonas como Tijuana y Ciudad Juárez, cruces tradicionales por décadas, las masacres y secuestros en estados como Tamaulipas y Veracruz, sumado a las recientes políticas de militarización y contención de la migración centroamericana en el gobierno mexicano, han obligado a cientos de miles de migrantes a utilizar cada vez rutas más largas, pero también peligrosas y a expensas de los cárteles de la droga.
- Del tren conocido como La Bestia que sale de Chiapas y los lleva a la frontera con Tamaulipas al llamado “Diablo” por la ruta del Pacífico, pero también el uso de lanchas para bordear la costa, con riesgos de accidentes y ahogamientos, así como brechas, terracerías y caminatas por lugares despoblados para huir de los operativos de la Guardia Nacional, del Ejército y del Instituto Nacional de Migración.
- Rubens es hondureño, tiene 22 años. Llegó a Mexicali hace dos semanas, después de casi un mes de travesía desde Tegucigalpa. Para evitar detenciones y deportaciones de la Guardia Nacional, así como el paso por Veracruz y Tamaulipas, sede de cárteles del narcotráfico, prefirió la ruta de “El Pacífico”, lo mismo en lanchas, autobuses, caminando por cerros y finalmente subirse al tren conocido como “El Diablo”.
“Preferí viajar más lejos que arriesgarme a los malandros de la droga que te secuestran y te matan en Tamaulipas. Ya viste lo qué les paso a los guatemaltecos que quemaron en Camargo. Preferí llegar de aventones y caminando hasta Guadalajara, donde me logré subir al Tren del Diablo. De ahí a Nayarit, Sinaloa, Sonora y hasta acá, hasta Mexicali a un pasito de Estados Unidos”, dijo en entrevista a ContraRéplica, mientras se paseaba frente al albergue conocido como “El Hotel de los Migrantes”.
Desde 2010, después de la matanza de más de un centenar de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, esta ruta conocida como el “Tren del Diablo”, que cruza por zonas desérticas de México a bordo de vagones de carga, incrementó la presencia de centroamericanos que buscan “brincar” hacia Estados Unidos.
Fernando Santiago Canché, responsable de Asistencia Humanitaria del Albergue La 72 en Tenosique, Tabasco, dijo que no son solo esas dos rutas, porque existen muchas otras que están utilizando los migrantes para huir de la violencia y pobreza en sus países.
Dijo que al no existir una migración “ordenada y segura” como señala el gobierno mexicano, así como la militarización de caminos, obliga a los centroamericanos a buscar vías alternas, más peligrosas a expensas de criminales.
“Hay nuevas rutas más allá del Tren de La Bestia, por Tenosique ya no pasa desde agosto del 2020. Muchos migrantes están buscando y llegando a Monterrey y de ahí se trasladan hacia cruces fronterizos. El flujo migratorio sigue a pesar de la militarización, pero por vías alternas, por caminos inseguros, más peligrosos, ahí esta el caso Camargo”, agregó.
ONG: es alarmante el secuestro de migrantes en México
La organización civil Pueblo sin Fronteras denunció el secuestro de migrantes en el país, luego de que diera a conocer videos de personas capturadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
- “La situación que está pasando con los migrantes es alarmante. Hemos visto como la frontera se militariza y como las personas van entrando en zonas de mayor riesgo. Hemos visto como policías pueden asaltar a migrantes, los criminales pueden secuestrar a los migrantes sin que haya algún tipo de protección para ellos”, destacó Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras.
En dos videos que hizo llegar a La Razón, se observa a un par de migrantes de Honduras pidiendo ser rescatados del CJNG. “Estoy secuestrado aquí, hagan todo lo posible a ver si me pueden ayudar porque esto no es un juego”, dijo una persona que en el video se ve arrodillada y atada de manos.
- En un segundo video se ve a otro migrante de Honduras que es golpeado en repetidas ocasiones por miembros del CJNG, además que le apuntan con un revolver de rodillas y atado de manos. “Ayúdenme, estoy con la gente del jardinero, me van a matar, ayúdame sobrino”, mientras los criminales lo presionan para pedir ayuda.
Irineo Mujica de Pueblo sin Fronteras pidió a la autoridad federal detener cuanto antes el secuestro de personas en movilidad, pues cada vez son más los casos de crimínales que se aprovechan y piden rescate como parte de su negocio.
«Éstos de los secuestros se ha vuelto tan común que realmente es una lástima. Porque anteriormente el gobierno al menos fingía y buscaba las organizaciones para poder rescatar y luchar contra este fenómeno, ahora no hay nada no hay nadie que acuda a este grito ahogado en silencio de dolor porque a este gobierno no le importa», aseveró.
En redes sociales se ha hecho común pedir rescate por migrantes secuestrados, también de otros grupos criminales como Los Zetas con costos de hasta 300 mil pesos/Agenicas-PUNTOporPUNTO